Monumento al Hombre Común

Gaspar Libedinsky recicló 36 trajes del Ejército de Salvación y los convirtió en un tótem de nueve metros de altura que puede ser izado o colapsar según decida el público. El hombre como un pilar, un módulo de construcción, fuerte y organizado, que se desvanece pasando a ser un montón de trajes aplastados. Diagrama de fuerzas y jerarquías que gracias al uso de una simple polea invierten sus roles.